Con profunda preocupación, observamos que tanto las políticas latinoamericanas y otros bloques en los Estados Unidos y Europa, están usando como herramienta ideológica, la satanización de la cultura desdibujando su esencia y convirtiéndola en sinónimo de frivolidad y elemento detractor, que alimenta las carencias sociales. Pero que sabemos que cubren realmente la corrupción e incapacidad política, producto precisamente de la falta de educación, cultura y ética.
En este punto es necesario definir que es el Antiintelectualismo es la
hostilidad y desconfianza hacia el intelecto, los intelectuales y la actividad
intelectual, generalmente, expresada en escarnio de la educación, filosofía,
literatura, arte y ciencia como poco práctica y despreciable. Alternativamente,
los autodenominados intelectuales, que supuestamente no logren asimilar los
rigurosos estándares académicos, pueden ser descritos como antiintelectuales.
Los antiintelectuales se suelen percibir y presentarse públicamente como
defensores de la gente común —populistas contra elitismo político y académico—
al proponer que los educadores son una clase social distante de las
preocupaciones cotidianas de la mayoría, dominando el discurso político y la
educación superior.
Como el término «antiintelectual»
suele ser peyorativo, definir casos específicos de antiintelectualismo puede
ser problemático; se pueden objetar aspectos específicos del intelectualismo o
la aplicación de estos sin ser despectivos de las actividades intelectuales en
general. Por otra parte, las acusaciones de antiintelectualismo pueden
constituir un argumento de autoridad o un recurso al ridículo que intentan
desacreditar a un oponente en lugar de tratar específicamente sus argumentos.
Isaac Asimov definió el
antiintelectualismo de la siguiente manera: El anti intelectualismo es el culto
a la ignorancia. Ha sido una constante en nuestra historia política y cultural,
promovida por la falsa idea de que la democracia consiste en que "mi
ignorancia es tan válida como tu conocimiento".
Antiintelectualismo religioso: Considera que las emociones son lo
más importante, son cálidas, buenas y humanas. La razón es considerada fría,
mala y robótica.
Antiintelectualismo populista: La persona considera la educación
como un arma política manejada por supuestas élites.
Antiintelectualismo irreflexivo: Donde la educación es vista como
una herramienta para alcanzar mayor rango social y mayor salario.
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